La JukeBox del Pub

martes, 14 de octubre de 2008

Cocinando platos fríos. Amar en sueños (V)

-Creí que mis advertencias habían sido claras. O mejoráis vuestros resultados...
La figura de la mujer se mueve con parsimonia, solo sus tacones de quince centímetros de aguja roja resuenan en la sala. Su taconeo finaliza con un giro brusco de su cintura hacía donde están sus dos subordinadas.
-O en cualquier momento vuestros objetos personales volarán por la ventana junto con la posibilidad de tener una carta de referencias. A no ser para trabajar de friega platos en algún motel. Y ahora, señoritas.¿Preferís que os dé veinticuatro horas más o mejor os echo inmediatamente?
Lexia cruza sus musculosos aunque gráciles brazos ante su más que dudoso busto natural.
-¿Y bien? Argor espera vuestra respuesta para redactar el informe o el finiquito.
El secretario si se ha dado por aludido, no lo demuestra. Sus manos siguen aferradas a su PDA como si la vida del hombre dependiera de ello.
-Doce horas.
La voz de Elsa es firme y sin titubeos.
Lexia le clava una mirada que podría congelar el infierno, pero su voz es cálida como su hablará con una comadre en una pastelería:
-Así la señorita cree que en mitad del plazo logrará lo que no ha podido hacer en tres meses. Y su querida amiguita que opina?
Ángela recompuesta de la reacción de su colega muestra su sonrisa más encantadora, con una no menos exquisita voz:
-Si ella lo afirma yo no opino. Lo secundo.
Lexia no se inmuta, sus pasos son muy pausados hasta llegar al borde de la mesa de juntas, donde apoya sus manos y muestra parte de su sujetador de seda:

-Cuanto amor... Bien, en ese caso, mañana a las 6 de la tarde quiero el proyecto en mi mesa. Argor.
El hombre parece resucitar al oír su nombre y se levanta sin casi hacer ruido.
Cuando están ambos por salir de la sala, Lexia eleva un poco la voz en un tono frío pero demasiado dramático:
-Si no. Aprovechad el plazo dado, para redactar vuestra carta de dimisión.
Pasados unos minutos de silencio, Ángela golpea el hombro de Elsa:
-¡¡¡Estás loca!!!¡Es más que imposible que podamos hacer nada en menos de diez horas! ¿Es que quieres suicidarte profesionalmente???
-Tranquila! He hecho trampa! Mira esto.
Elsa saca un disco de su cartera y lo inserta en su ordenador portátil. A iniciarse el programa Ángela pone unos ojos enormes:
-Pero si ya lo has terminado!!! Pero... porque le has enseñado solo el primer esbozo?
-Muy sencillo. Tengo un “topo” en la junta, y me ha dicho que Lexia pretende hacerles creer que el proyecto es suyo.
-Será zo... Pero y eso que tiene que ver con hacerle creer que no lo tenemos?
Elsa saca el disco y lo vuelve ha guardar en su caja, mientras se dirige a la salida.
-Aquí no podemos hablar, como tenemos que “trabajar” duro, que tal si me llevas a casa y por el camino te cuento todo lo que sé.
-Trato hecho, pero espero que sepas lo que haces, por que casi me muero del susto cuando has dicho “seis horas”.
Ambas ríen y andan hacía el aparcamiento de la empresa.
En unos minutos, Ángela esta conduciendo en medio de un tráfico fluido, aún es media mañana y ya ha pasado la hora punta.
-Ahora confiesa, Elsa. ¿Quién es el topo? ¿Y qué te ha pedido a cambio de la información?
-Eso ahora no importa, pero no lo hace por pedirme algo a cambio. En realidad, estamos siendo usadas para hundir a Lexia.
Ángela mira a su amiga a los ojos por unos segundos, casi a punto de olvidar que esta conduciendo un coche a una velocidad casi ilegal por una avenida de gran ciudad.
-Pero, como te has avenido a eso!!! Lexia te va a despellejar viva!
-Nada de eso. Yo no haré ninguna acción contra ella. Técnicamente le estamos dando la soga para que se ahorque.
-Sigo sin entender como lo quieres, perdón, como el “topo” quiere usarte.
-Usarnos, querida. Usarnos.
-Eso me intriga más todavía. Me has puesto en el punto de mira de la “Come Becarios”.
Lejos de parecer asustada, Ángela muestra la satisfacción de ser usada para la venganza.
-Y ahora, Elsa maquiavélica, podrías ilustrar a tu discípula.
Elsa sonríe, y Ángela creer ver en ella, la imagen del gato comiéndose el pájaro.
-Verás. El “topo” sabe de quién es el proyecto. Tenemos dos opciones, dejar que lo presente Lexia y triunfe con lo nuestro. O que presente su auténtico proyecto.
-Vamos, me estas diciendo que Lexia ha hecho su propio proyecto, cuando nos tenía a nosotras?
-Si. Al parecer es buena, pero no en creación, si no en usurpación. El problema es que sabe como borrar el rastro. Así que esta vez, ella va ha ser la timada. Cuando no dijo que la presentación sería en seis meses, mintió, la junta lo espera en ocho meses. Esa diferencia es la que usa Lexia, para... Personalizar el proyecto y memorizar el proceso para hacer creer a sus victimas que ella es la autora.
-Entiendo. Vamos ha entregar el proyecto antes, saltándonos a Lexia.
-No. En realidad, vamos a ser despedidas.
-¿Qué?
-Verás. Mañana Lexia encontrará nuestras dimisiones en su mesa.
-Pero...Pero ese plan es idiota!!!
-Nada de eso. Tendremos dos meses de vacaciones sin pagar, pero nuestra recompensa será cuando Lexia presente su proyecto inútil. No lo ves Ángela. Ella misma se condenará a su propio infierno, por que al no estar nosotras no podrá delegar el error. Si lo hacemos, el “topo” me ha asegurado que una vez despedida Lexia, volveremos con todos los derechos intactos y con una reunión con la junta para presentar el verdadero proyecto.
Ángela no reacciona hasta saltarse el semáforo en rojo.
-Tu topo y tu sois unos liantes! Me encanta!
Al cabo de veinte minutos Elsa llega a casa despidiéndose de la estela de polvo dejada por el bólido pilotado por su amiga.
“Mañana me espera un día largo.”
Después de cenar, Elsa da la buenas noches a sus padres y se va a acostar.
Son las 23:45.
El descanso de Elsa es pesado y sin sueño. Tan solo una sensación de agobio la hace despertarse bañada de sudor.
Cuando Elsa abre los ojos comprueba aterrorizada que ya no se encuentra en su confortable habitación.
En realidad, apenas nota donde acaban las paredes y su cuerpo, pues al llevar la camisa de fuerza blanca, se confunde con las paredes acolchadas de la celda.
Solo el dolor de la garganta confirma a Elsa que esta gritando a pleno pulmón. Lamentablemente la mordaza ortopédica no permite salir sonido alguno de su boca.



1 comentario:

Susana dijo...

uf vaya sensación mas mala, que impotencia , eso de estar amordazado, uffff besitos bixejo